sábado, 18 de junio de 2016

Poema hallado en las ruinas de Volterra




Hay un día remoto en que todo se ensombrece
Y hasta el azul del cielo se gasta y recordamos
Con nostalgia las pasiones devastadas.
Una tristeza pequeña se agarra a nuestros ojos
Y nuestra proporción de agua nos invade.
Imploraríamos entonces por una voz, un verso
Que nos golpee como un viento furioso.
Por un caudal nuevo de sonrisas
Que ponga letra a músicas antiguas,
Que nos invite a caminar por las calles los días de verano.
Y a soñar lugares que no existen
Y a desenterrar palabras olvidadas.
Y a embriagarnos con vinos olorosos.
Y querríamos que esa voz, ese verso, ese viento furioso,
Ese caudal nuevo de sonrisas
No fuera como la nube blanca de la tarde,
Efímero espejismo de vapor que se estiliza
Delgado trazo de pincel que se diluye comido por el tiempo.